Motivo de este blog
¡Buen día estimados lectores!
Vamos a ver si hoy no me voy por las ramas y cuento el motivo que me llevó a comenzar este blog.
Como conté antes, he leído bastante sobre nutrición y salud, hasta que me decidí a estudiarlo formalmente desde una visión naturista.
Entre tanta lectura, antes informal, pero sin embargo, de fuentes buenas (estudios de distintas universidades reconocidas como Stanford y Harvard), libros de médicos que dedicaron su vida a estudiar el aparato digestivo de las personas y las dietas de éstas, investigadores, nutricionistas tradicionales; estudios formales ahora; y pruebas en mi propio organismo, hace un tiempo que entiendo que comer lácteos no es bueno para la salud de las personas adultas. Sin embargo, no corté definitivamente el consumo de éstos hasta este año, 2017.
Antes de 2017, yo entendía que los lácteos no eran lo mejor para darle a mi cuerpo; no consumía en mi casa, pero si salía a comer a un restaurant, o si me invitaban a comer a algún lado, comía igual platos con queso, o postres con leche.
Vivo en Argentina, y desconozco cómo será en el resto del mundo, pero acá, los lácteos están en prácticamente todos los platos de todas las comidas (desayuno, almuerzo, merienda y cena), incluso en las opciones que suele haber en quioscos para comer como colación.
Además, los médicos y nutricionistas tradicionales ponen mucho énfasis en que se debe consumir muchos lácteos todos los días. Asustan a los padres diciendo que los niños deben consumir mucho yogur, leche y quesos para crecer sanos y fuertes. Por otro lado, las empresas venden comidas súper procesadas, totalmente muertas (sin nada de enzimas que son destruidas por la acción de altas temperaturas en el proceso), refinadas en su máxima expresión, con altísimos niveles de azúcar y saborizantes artificiales, con un sinnúmero de productos químicos para su conservación, o sea, todo lo que deberíamos evitar consumir... y lo presentan en un pote con colores llamativos y el dibujo animado de moda para que el niño lo desee, además de escribir las palabras mágicas 'leche, yogur, energía, crecimiento, vitaminas y minerales', para que los padres crean que están comprando el mejor alimento para su hijo. Todo ésto es lo que más me preocupó, especialmente, al tener cerca mío niños pequeños y sus padres, personas que quiero mucho, que están siguiendo una dieta basada en lácteos pensando que es lo mejor.
En enero de 2017 fui a ver a una doctora que me recomendaron, fui con mi pareja y su niña de 4 años. La doctora nos prohibió los lácteos a todos. Nos explicó lo malos que son, y dijo que la niña, para curarse de sus frecuentes broncoespasmos, debe dejar los lácteos.
Fue desde entonces, que con el apoyo de mi pareja, quitamos completamente los lácteos de nuestra dieta.
Ahora... como dije antes, vivo en Argentina. Hay leche y quesos por todos lados!! Estamos tan acostumbrados al consumo de productos lácteos que no es muy fácil encontrar opciones libres de éstos para hacer determinados platos. Por ejemplo, cuando se festeja un cumpleaños, por tradición, hay una torta decorada, con velitas encima, que se deben apagar. ¿Qué hacemos en estos casos? Para empezar, el bizcochuelo lleva manteca y leche. No fue difícil para mí, al organizar un cumpleaños, hacer uno sin estos ingredientes, ya que tengo una receta hace tiempo de una torta con aceite y jugo de naranja, que sale buenísima. Pero para rellenar el bizcochuelo, acá se suele poner una capa de dulce de leche y otra de crema de leche batida con azúcar... Qué difícil encontrar un sustituto!! ahí es donde empieza a volar la imaginación... para mí, que me encanta experimentar en la cocina, es divertidísimo!! Y van saliendo ideas muy interesantes!
Otra cosa que tenemos muy arraigado acá en Argentina es el dulce de leche... mi pareja no se cansa de pedirme que le haga un dulce de leche sin leche, porque le encantaba! Bueno, ya conseguí un dulce sustituto! También estamos haciendo helados sin lácteos. Y la verdad es que no extrañamos los tradicionales para nada, ya que, encima, los hacemos a gusto y piacere, eligiendo cada ingrediente.
Más allá de haber dejado los lácteos, lo que estamos teniendo es una alimentación consciente, basada en alimentos sin procesar, orgánicos dentro de lo posible, y con alto contenido de frutas y verduras.
No es mi intención en este post hablar sobre los motivos por los cuales los lácteos no son una buena opción a la hora de comer, aunque si lo desean, lo puedo contar en otro post.
Lo que me llevó a hacer este blog, es compartir recetas para que las personas que no consumen lácteos y están un poco perdidas respecto de cómo preparar ciertas comidas que antes hacían con lácteos, puedan encontrar alternativas, con ingredientes simples, fáciles de conseguir, y en lo posible locales, que no sean caros.
La próxima vez, comparto receta!
Hasta luego!
Paula